viernes, 11 de febrero de 2011

EL EXTRANJERO. Por Diego Ignacio Mur

Hoy voy a morir – Informó Nahuelpan (el del dibujo) -. Me lo han dicho las piedras.
- Que gusto por decir boludeces - comentó Peña que era un boliviano empleado de la construcción. La empresa que lo contrataba se había establecido temporalmente en El Bolsón para llevar a cabo obras viales. Nahuelpan observó la oscuridad del bosque por la ventana, y se dirigió al Rumano:

- Y... ¿Es cierto lo de los chupa sangre?

Yo vengo de Turda – Exclamo el extranjero depositando torpemente su vaso sobre la mesa -. Un lugar cercano a Cluj. Y a pesar de vivir en Transilvania jamás escuche algo parecido. Esas son historias para el turismo, como las absurdas teorías que cuentan ustedes a cerca de la luz mala y esas idioteces.

Muñoz lanzó una carcajada mientras regresaba a su asiento, y eructó. Segundos antes había saltado en el aire alzando una pierna para despedir una ruidosa flatulencia (que no llamó la atención de los demás clientes del bar porque estaban acostumbrados a ese tipo de bromas).

-Este rumano dice que el agua de el valle esta contaminada-. sentenció.

El viejo Nahuelpan miró al extranjero con una expresión que era maligna y a la vez risueña. Los ojos café se la habían vuelto rojizos por los efectos del ron.

Maldición – Pensó -. Estoy sentado aquí con Dario, y “el” Dany Muñoz que es un tipazo, y estamos dando lugar a un estúpido citadino que se cree superior a nosotros y nuestras tradiciones indígenas. No entiendo como se nos ocurrió invitarlo a la mesa -. Y lo siguiente lo dijo en voz alta, sin darse cuenta. – Maldito Rumano de mierda, porque no te iras a la puta que te parió -.

De inmediato se mordió el labio inferior, auto flagelándose por haber sido tan bravucón. ¿Cómo había podido escapársele tal impertinencia?

Mierda – Masculló Dario Peña -. Nunca en mi vida había sentido tantos deseos de fumar un cigarrillo -. Acto seguido se desplomó sobre la mesa, y segundos mas tarde fue a dar al piso, totalmente inconsciente. Había entrado en un coma alcohólico severo pero nadie era capaz de suponerlo, y tampoco importaba.

Porque no quiero –Exclamó el rumano, enardecido -. O me vas a obligar tu, indio de mierda -. Su castellano era bastante bueno, aunque en ocasiones se le atravesaba la pronunciación española, y su estado de ebriedad no lo ayudaba.

Dany Muñoz retrocedió asustado, y era terriblemente cobarde por lo que se orinó en los pantalones.

Te voy a cagar a patadas en el culo –Vociferó el viejo aborigen mientras le vaciaba un vaso de ron al rumano en el rostro.

Eran las cuatro treinta de la noche y los hermanos Breeman se disponían a limpiar y anunciar que cerraban el bar, cuando Nahuelpan se estrelló ruidosamente contra el mostrador produciendo un efecto dominó que golpeó una hilera de botellas apostadas en un extremo, junto a los vasos. Las botellas rodaron, cayeron al piso y explotaron.
Debajo de los vidrios se formó un charco de vino barato.

El rumano medía por lo menos dos metros de alto, y tenía la espalda considerablemente ancha. Se había puesto de pie con las facciones desencajadas y un brillo asesino en los ojos.

Dany Muñoz se levantó de la mesa y se fue sin decir palabra.

Parece que somos muy machitos – Comentó Leo Breeman con suspicacia al tiempo que alzaba su rifle calibre 22 apuntándole al extranjero en la frente. El ultimo sonrió.
Guarda eso antes de que te lo meta por el culo.-Advirtió.

Entre tanto, Fabián Breeman había rodeado el mostrador, y ahora se aproximaba al rumano enarbolando un garrote de pino oregón. El extranjero le dirigió una mirada severa.

-No seas idiota. No tengo deseos de lastimaros.- advirtió.

Pagá y andate –Gruño Leo que era gordo y sucio. Se había quedado calvo y “le faltaban varias sillas en el comedor”. Vestía una holgada camisa leñadora de invierno y pantalones vaqueros mugrientos de grasa, los cuales dejaban asomar la mitad de un trasero peludo y fofo.

El rumano lanzó un suspiro de hartazgo y busco la billetera en el bolsillo de su campera. Mientras lo hacía hecho un rápido vistazo a los demás visitantes del bar. Vio los rostros duros y sufridos de gente del campo, que lo observaban en silencio y con aires de reproche. Luego miró las sombras, mas allá de la ventana. El viento helado del invierno hacia zumbar los cristales empañados de la cabaña arrastrando nubes de nevisca que a menudo se estampaban contra el vidrio o volaban perdiéndose en las fauces de la noche.

Me pregunto –Dijo el rumano, mientras depositaba el dinero sobre la mesa -. Si todos los montañeses resultaran tan absurdos.

Tenés una lengua bastante inquieta – Vocifero Fabián -. Para ser el hijo de puta que golpeó al buen vecino Nahuel Pan en las propias narices de sus amigos.

Leo esbozó una mueca despectiva: -Curiosa manera de agradecer una invitación a la mesa que tienen ustedes los rumanos -.

El rumano meneó la cabeza y segundos mas tarde salió del bar dando un portazo.

¡Andate a la mierda! –Gritó Fabián, excitado.

En ese momento un tiro le voló el garrote de las manos. Y junto con el garrote salió despedido un trozo de su dedo índice. Su hermano camino hacia él con el rifle aún humeante.

¡Desafías la realidad! –Grito Leo. – ¡Sos la única bazofia en el mundo capaz de arrugar un suéter de lana cruda! –

Vos me lo prestaste – Argumento Fabián, observando la sangre que manaba de su dedo mutilado.

"¡Te lo presté para que lo usaras un solo día. El día de... El día del cumpleaños en lo de Beto Barría, no para que lo endurezcas con polvillo de bosta de vaca...”, “malnacido”, agregó.

- Me lastimaste el dedo...-

-Agarrá a esos dos borrachos –Grito Leo refiriéndose a Nahuel Pan y a Peña -. Dejalos tirados afuera.

-Pero... Esta nevando.-

Peña se despertó e intentó hablar, pero la borrachera le había quitado la voluntad y volvió a dormirse, mas tarde, si es que de alguna forma llegaba a su casa, su compañero de vivienda (que era un enfermo sexual) aprovecharía para sodomízarlo, y al día siguiente Dario pensaría que es el Ron de los Breeman lo que le hace arder el trasero.

El viejo Nahuel Pan estaba muerto. Tenía una bala calibre 22 alojada en el cerebro porque el disparo de Leo había rebotado en una de las bisagras de la puerta de calle.

FIN

Diego Ignacio Mur

miércoles, 9 de febrero de 2011

¡Gracias Angela!

Quiero agradecer el trabajo de Diego Ignacio Mur al frente de BWN Patagonia, sitio gracias al que me pude enterar de grandes verdades respecto de la ecología y la política además de otros informes que siempre me resultan de interés.

Con esta carta respaldo la tarea de Diego Ignacio Mur y de todo su equipo de periodistas que tanta claridad nos aportan a los lectores. Busco formar mi opinión a través de medios alternativos y en BWN Patagonia encontré una gran opción.
Gracias!

Angela Meza Pérez.

martes, 8 de febrero de 2011

Adelanto: "Clarin no es el unico que miente"

Mañana publicaremos un informe en BWN Patagonia demostrándote como todos los medios de comunicación argentinos mienten y mintieron sobre los mismos temas y al mismo tiempo, fundamentando con evidencias las mentiras y la realidad que taparon u omitieron.

Lamentablemente, no se salva ninguno. Y las consecuencias de estas mentiras produjeron en muchos casos muertes y desastres sociales.

¿En que mentiras coincidieron los grandes medios de comunicación argentinos?

Cabe señalar que no es fácil detectar algunas mentiras. Ya por lo general uno se entera de la confiabilidad de un medio no por sus titulares, sino por la información que omite. Asimismo, y de acuerdo a ello, se puede determinar quien o quienes "bancan" las mentiras.

Mañana en BWN Patagonia el topic será "No solo Clarin Miente". ¡Y da para escribir un libro!

Diego Ignacio Mur

lunes, 7 de febrero de 2011

La mascara cae. Por Diego Ignacio Mur

Asfixiado, veo la mascara que cae en el pozo de piedra, y las piedras son los días.
Y el barro reseco que las une es la muerte.
Caen por el pozo las palabras mentirosas, los espejismos, la copia de una sonrisa, la felicidad falsa, frágil.
La mascara sucumbe.
Y veo otra vez el miedo.
Otra vez la cobardía.
Seres impávidos en una nube de sueños, creyéndose abrigados.
Para mi..
No hay mucha inconsciencia.
Las falsedades nuevas son predecibles.
La mascara cae y me aparto.
Me arrastro sobre la piedra.
Veo gusanos insignificantes mezclándose con el barro. Todos se hunden en la parca.
El cansancio me aprieta los ojos, y adhiere mis parpados con la piel.
El dolor crece, sigue ahí, abriendo almas, volviéndolo todo hostil.
La oscuridad va destruyendo la vida, no hay refugios en el mundo, solo dentro mío.
Afuera no hay abandono. No hay nada.
No debí depositar tanta energía en el pozo, estuvo mal mi fascinación por promesas vacías, criterios extraños, fantasías.
Pero desde aquí. En en la trinchera.
Desde mi refugio donde soy mas fuerte.
Seguiré dando batalla.
Seguiré hasta derrotarlos a todos, atarlos y sepultar cada fantasma en las tinieblas.

Diego Ignacio Mur

Posdata: (Repito mi nombre por puro posicionamiento, jeje)

viernes, 4 de febrero de 2011

"Mi visión sobre la prensa". Diego Ignacio Mur


Acabo de expresar este comentario a una amiga, que me preguntó porque en mi diario BWN Patagonia, existen notas tan dispares (sobre figuras políticas contemporáneas).

"Diego, no entiendo..perdón, pero siempre me pareció que estabas a favor de Macri y del Pro (te aclaro que no soy muy devota del Pro) pero mi pregunta es realmente en serio porque hay veces que me confundís...no te lo tomes a mal es una duda que tengo nada más"

Le respondí: "Un medio que dice la verdad es tan dinámico como la verdad". "Un medio que se mantiene rígido y bloqueado en una postura o linea editorial, simplemente NO ES CONFIABLE". (A pesar de las mayúsculas, no se lo dije gritando).

Es que la prensa y la información deberían fluir como fluye la verdad. O la realidad, o los acontecimientos. Nosotros no somos Procusto. Simplemente vamos de frente.

Podremos equivocarnos, sin dudas, pero estén seguros de algo. Somos independientes. Nadie nos "banca". Y aunque la objetividad no existe, les garantizo algo más: Todos en la redacción/producción, somos personas integras.

Diego Ignacio Mur

miércoles, 2 de febrero de 2011

Mientras escribo... Por diego Ignacio Mur

Un gusano se arrastra sobre cáscaras resecas, vacías y negras. Ve torres habitadas por ciegos ignorantes. Mas allá de las pesadas estructuras oscuras, corren ríos mecánicos. El gusano descansa en la vereda, junto a la autopista. No puede preguntarse si los autos son el agua o el agua es el asfalto o si acaso los autos son cardúmenes metálicos. Tales alegorías son demasiado complejas para la mente de un gusano.

Mientras yo escribo, las cucarachas gigantes buscan pasadizos entre grietas de cemento. Detrás de la pared, en las cañerías, los insectos husmean refugios y senderos. Las cucarachas comen, defecan y copulan. Ponen huevos en pútridos nidos ocultos. Debajo en el quiosco, dos bolivianos drogadictos planean un atraco, junto a ellos un viejo necio despide una ventosidad hedionda y segundos mas tarde asegura que no fue él.

A unas cuadras del edificio hay una anciana que se queja por su reuma y piensa. Está tendida sobre una cama metálica y sabe que el colchón y las sabanas forman una barrera manteniendola tibia. El geriátrico es una construcción antigua y mugrienta.

En su cama y con los ojos bien abiertos la anciana pierde su mirada en el techo. Percibe las imperfecciones de la bóveda, fisuras, manchas de humedad, se concentra en las millones de partículas que oscilan sobre los colores. Suele percibirlas cuando mira fijo algo. Por alguna razón, resultan mas evidentes en la penumbra. Pero la señora desvía su atención del mundo material.

De pronto piensa en su vida, reflexiona a cerca de los hombres que conoció evocando días, circunstancias y emociones. También, momentos tempranos cuando era mas ingenua. Se pregunta si todos somos crédulos ante la vida, y se responde que si, que somos llanos frente a lo desconocido, y que por fin, una limitada parte de la verdad se muestra al final: Pero se confunde al creer que la realidad parte de su bagaje cognoscitivo, la suma de percepciones acumuladas, de todas las incertidumbres, preguntas y respuestas, y revelaciones diarias.

Su situación le resulta injusta pero no sabe a quien culpar, deduce que somos un fenómeno consciente, a diferencia de otros en el Universo. Así. Su mirada parece vaga pero no lo es. Sus ojos proyectan sueños y recuerdos al espacio espiritual. La señora se considera a si misma un proyector de cine para entidades sin cuerpo.

Dos chicas entran al kiosco, mientras los delincuentes deciden esperar.

Las dos son muy lindas y están hablando. Miran los paquetes de cigarrillos apilados en un exhibidor. Una de ellas habla raro, no es su verdadero tono de voz, lo hace para impresionar al chico que atiende porque le parece atractivo, pero no sabe que es homosexual.

Un borracho patea una botella. En realidad no se si es un borracho, o si alguien pateó una botella por descuido, simplemente alguien lo hace y lo escucho. Me tienta pensar que es un borracho. Pero es el viejo con gastritis.

Mientras tanto, el gusano deja un rastro de suciedad, como todos hacen todos los de su especie. Un rastro común que se borrará al poco tiempo. Nada importante. No se hace demasiadas preguntas respecto de nada. Sigue adelante y sonríe, hoy esta contento porque irá a la cancha el fin de semana.

El gusano es pegajoso, su caparazón es feo y sin gracia. Es un gusano caracol, transparente y simple.

Unas 30 personas presionadas, disconformes, preocupadas y desesperanzadas esperan un tren que las llevará a la mierda.

La escena se repite muchas veces, sobre y bajo la tierra.

Son los problemas los que determinan la evolución, pero ellos han convertido muchos conflictos en algo imperturbable. Todo es así porque sí, y deber quedarse de esa manera.

Les falta estimular el cerebro. Como células de un pulmón, que no contribuyen a nada, el smog de la ciudad los va secando. Todos juntos, el gusano, los ladrones, los que esperan trenes y habitan galerías, todos ellos van a donde sea que vayan por inercia, total no piensan, se ven como entidades individuales cuando forman un ejercito de ignorantes.

Sin embargo, afuera hay un tornillo que se enrosca en cabezas, y siempre esta buscando un cerebro nuevo para perforar y para quedar allí, incrustado. Es un fantasma de un tornillo que en realidad no es un tornillo sino consciencia.

El día no tiene la culpa de no tengan sueños. El sistema humano y la estructura económica si.
Temen cambiar. Sufren ante la posibilidad de hallar otros túneles ascendentes, invisibles, de esos que llaman descubrimientos, buscan caminos rápidos y con menos obstáculos, siempre atados a la mentira.

Quienes se elevan sobre la mediocridad están en la tormenta, en el medio, avanzan entre ráfagas de agua y rayos, hay oscuridad y estallidos de luz, todo pasa muy rápido, se preguntan si seguirán volando cuando termine el temporal, o si caerán como peñascos en picada para destrozase contra el suelo, otra vez.

Las drogas son la herramienta más hábil del sistema financiero para dejar fuera de combate a los que no se conforman.

Algunos ojos se abren, otros ojos se cierran. La opresión en el pecho ya cansa, aburre, el dolor causa sufrimiento, el sufrimiento rencor. El rencor causa odio y en definitiva nadie entiende porque odia. Antes consideran normal aquello que los aflige. Por esa razón no buscan explicaciones, van a un psicoanalista. Y la incertidumbre los abruma.

El Universo sigue su curso alrededor, al igual que la naturaleza, pero ellos persisten aferrándose a algo que no existe.

Alguien decide probar una última hipótesis. Antes de soltarse. Antes de irse a dormir al asiento trasero para que el auto se estrelle. ¿Acaso hay algo que brilla en su interior?

¿Acaso hay algo que pueda cautivarlo?

Va a intentar responder esas preguntas y la respuesta llegará tarde.
Lo han obligado pero igual, él se sometió a si mismo.

Uno percibe la amargura en las caras de todos los esclavos del cemento. Fueron distanciados cuando nacieron, individualizados, dotados de un nombre y apellido. Todo se reduce a eso, no quieren estar solos. Y no lo están en el fondo. No tienen las llaves para quitarse de encima las cargas. Pero les sobra fuerza para clavar dagas en el corazón y eso los encierra bastante. La sangre simboliza la ignorancia, y aquello que cicatriza el odio se extiende mas allá de sus consciencias.

Sin saberlo, necesitan es percibir que ya son parte de un todo. La iglesia saca ventaja de eso. Los partidos políticos sacan ventaja de eso. Todos menos ellos.

Diego Ignacio Mur

Imagen y semejanza. Por Diego Ignacio Mur

Creo que la linea argumental del cosmos es la misma en cada plano de la existencia: Las ondas al rededor de una piedra que ha caído en el agua, los insectos merodeando alrededor de una lampara, los sistemas solares y las galaxias. Todo ello refleja una estructura esférica o fractal.

Esta observación puede llevarse mas lejos y a situaciones complejas. La organización y comportamiento del cosmos podría también condicionar nuestra psique. De acuerdo a esta teoría, los psicólogos deberían estudiar física para aplicarla en el psicoanálisis.

La bíblica frase "Hechos a imagen y semejanza", bien podría significar que todo es un reflejo del cosmos. Todo es el Universo. El nacimiento un big bang. La muerte un Big Crunch. El estudio de la vida o la experimentación interna siempre exploraría de nuestra Matriz cósmica.

Por eso grandes sabios de la humanidad habrían planteado frases que de hecho, se aplican a la ciencia astronómica:
  • "Todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado; está fundado en nuestros pensamientos y está hecho de nuestros pensamientos". Buda.
  • "La reflexión es el camino hacia la inmortalidad (nirvana); la falta de reflexión, el camino hacia la muerte." Buda.
Un psicólogo físico podría tratar a un drogadicto teniendo en cuenta, por ejemplo, lo siguiente: En un sistema cerrado la Entropía aumentará siempre que al interior de ese sistema se realicen evoluciones irreversibles. Estas evoluciones son las más comunes y por tanto se puede decir que en el Universo, la Entropía siempre crece. ¿En qué le afecta al Universo el hecho de que la Entropía siempre se incremente? . Esta es una pregunta lejos de no ser importante ya que este "inevitable" hecho sella para muchos científicos el destino del Universo.

Sin embargo, el drogadicto podría salvarse.
¿Pero que pasa con la teoría de las membranas?

Esta recuperación podría compararse a un viaje hasta el vórtice central de la esfera espacio temporal. ¿Acaso haríamos estallar nuestra burbuja intentando escapar? Por algo señalan que "solo un loco sería cuerdo en este mundo demencial"

Y si todo es análogo. ¿El nacimiento de un ser humano podría darnos respuestas?

Es incuestionable que todas las teorías cosmológicas tienen algo de sueño, y mucho de imaginación; es posible que llegue a establecerse cuál de ellas expresa más ciertamente lo acaecido en el cosmos; pero todavía todas viven suspendidas en el borde de su descarte, pese a los avances logrados, tanto en materia de observación como en experimentos de laboratorios.

Afirmar que el universo no tuvo principio ni tendrá fin, o conformarse con no preguntar de dónde proviene toda la materia o la energía que habría formado el inconcebible y gigantesco átomo primigenio del Big Bang, es enterrar la cabeza en la arena. «Un tiempo o un espacio infinitos, se contesta, no tienen principio». Tal posibilidad es, lógica y naturalmente, incomprensible y nos hace penetrar en un terreno de pura especulación metafísica, pretendiendo explicar, con palabras que tienen sólo un sentido abstractamente matemático, un fenómeno todavía inexplicable.

Si nuestras células se renuevan periódicamente. ¿Por qué envejecemos?
Longevidad y gravedad.

Es por causa de un Gen. El "Gen del envejecimiento". ¿Pero por qué habría de existir? ¿Acaso nuestra cercanía a un agujero negro en el centro galáctico nos hace mortales? En un sistema solar que viajase por el Universo, fuera de una galaxia. Flotando a la deriva en la expansión. ¿Nos acercaría a la inmortalidad?

La experiencia que se ha acumulado en el transcurso de los años nos dice que todos los hombres que realmente saben y piensan, y he tenido magníficas oportunidades para comprobarlo, con excepción de algunos ciegos voluntarios o no dispuestos a abrir la profundidad de su pensamiento, están en una posición semejante; posición honesta y simple: no reemplazar la ignorancia por palabras o frases tan sin sentido como «generación espontánea» o «no me interesa, porque la ciencia no tiene cómo saberlo todavía».

¿Y entonces?

Diego Ignacio Mur